Pages

Tuesday, March 26, 2013

SIEMPRE

Aquella fue la noche más feliz de mi vida. El sueño que por años había acariciado en la más prístina de mis imaginaciones infantiles por fin se haría realidad. Por fin, luego de imaginar mil historias, estarías casi al alcance de mi mano.
Había pasado por épocas bien tristes y solitarias, pero siempre me consolaba saber que en algún lugar de este mundo estabas vivo y feliz.
Era agosto y justo estaba en casa con licencia médica aquejada de una extraña enfermedad que me tenía por las cuerdas. Literalmente todo mi cuerpecito que Dios me dio, dolía como los mil demonios, apenas era capaz de pararme de la cama.
Pero nada me importó. Me levanté, me arreglé. Logré todo el glamour que quise y salí a la calle. Era un frío día de invierno y llovía suavemente. Amenazaba una tormenta tempestuosa y tampoco me importó. Yo te vería aquella noche. Era mi única oportunidad.
Te amaba con locura desde mis 14 años y ahora con 40, seguía sintiendo exactamente lo mismo.
Es extraño como la vida a veces cumple con lo que debe ocurrir.
Siempre debiste ser mi hombre y yo siempre debí ser tu mujer.
No podía más de la emoción. Todas las fans gritaban y yo ya sin poder contenerme empecé a gritar también, loca desquiciada y completamente feliz. Que si me dolía el cuerpo, claro que sí, con cada salto con cada carrera, con cada lágrima.
Pero ahí estabas frente a mí, hermoso, sensual, casi un dios de la lujuria. Tenía un regalo para tí, un tonto peluche en forma de delfín. Nunca supe cómo me empujaron y llegué a tu lado, con el peluche abrazado para no ser soltado y todo se obscureció alrededor. Cuando abrí mis ojos, tu sonrisa lo inundaba todo y supe que ya no te iría de mi lado otra vez.

Thursday, March 21, 2013

CERVEZAS Y CIGARRILLOS

Qué hay mejor que una lata de cerveza, un cigarrillo y una buena compañía?
No reunimos como hacía tiempo no lo hacíamos. Ponernos al día fue cosa de varias horas. Las cervezas, una tras otra se vaciaban con una rapidez sorprendente. Quemamos tantos cigarrillos que perdí la cuenta de las cajetillas que luego, como una costumbre inalterable, botamos al tacho de la basura.
Extrañaba tus palabras, tus ojitos medio perdidos que brillaban en contraste con la luz que se apagaba alrededor.
Luego, por una tontería empezamos a molestarnos. El enojo creció y nos derribó. Nos azotamos con cada frase que lanzábamos directo al cuerpo.
No supe cómo de pronto tus labios sobre los míos apagaron todo murmullo de mi mente. Me quedé en blanco entregada a esa especie de locura repentina. Descubrí que te amaba y odiaba al mismo tiempo. Te amaba con ternura, te odiaba con violencia.
Aquella noche amanecimos abrazados, esperando la luz del día para retornar cada uno a su propia vida, a su propio destino. Tú, junto a tu hombre y yo, junto a mi marido.

Wednesday, March 20, 2013

HOY TE VI

Hoy te vi. Hacía tanto tiempo que había olvidado acordarme de ti. Sigues siendo el mismo y sin embargo pareces otro. Has ganado peso y te queda bien. Supongo que finalmente te volverás un viejo de vientre abultado y simpaticón. 
Todo fue muy extraño, inesperado, sorprendente. Por una esquina de la sala apareciste sin más compañía que tu aura de misterio. Aquello fue lo primero que me llamó la atención de ti. Cada vez que aparecías en la oficina no podía evitar volverme hacia ti. Como si tu espíritu llegara antes que tú mismo. Llenabas el aire con tu inconfundible aroma que sólo yo percibía. Ahora ya no recuerdo como era, sólo queda en mi memoria como me sentía.
Por un momento pensé que estabas solo, que ella había desaparecido de tu vida. Casi sentí alegría. No te deseo bien, no quiero que seas feliz. Una parte, una gran parte de mí te sigue odiando y odiándola a ella por alejarte de mí, por quitarme tus besos, tus abrazos. Por convertir en nada nuestras noches de pasión, cuando hacíamos el amor hasta que no teníamos fuerzas.
Pronto descubrí que estaba equivocada, por la otra esquina apareció ella y todo se tiñó de rojo.
Mi amante notó el cambio en mi mirada, pero no dijo nada, sólo estrechó mi cintura y casi me sentí consolada. Comprendí que ya nada quedaba entre mí y tú.
Ahora sólo soy yo por la vida, disfrutando de los placeres de mi cuerpo, pues me queda eso y nada más. Soy incapaz de sentir otra cosa más que placer.

CAMINAR DE NOCHE

Por fin el día ha terminado y ya no queda otra cosa que emprender el camino a casa. Es cierto, podría hacer lo mismo que hago todas las noches, subir en un vagón repleto de personas que van tanto o más cansadas que yo, o puedo simplemente caminar a casa. Medio me decido, en realidad es mi cuerpo quien toma el control de mis acciones y camina sin vacilaciones, lentamente, un paso tras otro sin detenerse jamás. Suspiros incontenibles comienzan a derramarse tal como los pasos, unos tras otros sin detenerse ni vacilar. A cada momento los espacios se tornan más obscuros, silenciosos y pacíficos. Me pregunto por qué es tan agradable caminar de noche, por qué en el día se ven tantos rostros y miradas vacías... De noche es diferente, todo es sereno, lleno de una sensualidad misteriosa, atrayente, cómplice. No sé si llegaré a casa o mi vida quedará en las calles, sin embargo sigo andando, sin detenerme, sin vacilar.

ABRAZO DESEADO

¿Qué se hace cuando no has tenido un buen día y te brotan deseos de mandar todo al carajo, cuando lo único que anhelas es un abrazo largo, apretado, fuerte y suave al mismo tiempo y te das cuenta de que esos brazos no existen y que nadie te espera en casa para aplacar esa soledad que te provoca el cansancio y el sinsentido del ir y venir por callejuelas desiertas?

Friday, March 01, 2013

POR SOBRE LAS NUBES

El cielo alzado sobre mí en una tarde estival
la mirada se pierde en el celeste imaginario
las nubes difuminadas se tornan rosas de esponja
el paisaje medio borroso por la velocidad del viaje
los lugares se pierden el el olvido de la carretera
el destino se acerca a cada kilómetro avanzado
la música susurra en mis auriculares
la tibieza de un sol de atardecer
comienza a desvanecerse
la noche desciende y se instala sobre el mundo
y sobre las nubes las estrellas titilan
tímidas al principio, violentas en su origen.