Pages

Thursday, November 22, 2012

Comienzo a decir adiós. . .

Las fuerzas que me sostuvieron cuando estuve más perdida en este mundo opaco comienzan a abandonarme  de manera creciente día con día.
Me salvaste de mi propia extinción que se veía inminente cuando quise renunciar a todo, cuando estaba aburrida de la misma miserable rutina que día tras día me llevaba de uno a otro de mis trabajos.
Que por qué me quería morir? Y te atreves a preguntarlo?
Pues, me quería morir porque estoy cansada de ser la idiota útil, ésa que está para todos que todo el tiempo corre a ayudar a aquellos que le han dado al menos una sonrisa de cariño, ésa que cada mañana cumple su horario y que si bien dista mucho de ser la mujer perfecta, parece eso mismo y nadie la busca porque no tiene problemas y no necesita a nadie.
No soy eso y ahora no soy nada, mi servicio comunitario ha terminado, ahora quiero algo para mí, necesito algo para mí, desesperadamente ansío algo para mí, y qué es ese algo... simple, tan simple y al mismo tiempo tan imposible... te quiero a ti, tu amor, tu cuerpo, cada una de tus sonrisas entre malvadas y alegres, tus ojos entre pérfidos y tiernos, tus caricias peligrosas, asfixiantes, tu hombría y violencia sorpresiva...
Y tristemente sé que no vendrás, que no me darás ni tus caricias ni tus besos ni tus abrazos, noches o mañanas trémulas.
Y ya decidí que mi fin será el olvido, mi paso por la vida sin recuerdo, sin nostalgia, sin huellas, sin tu amor.
Mi vida fue la de todos y la de nadie.
Y con eso la despedida comienza y terminará pronto para poder descansar aunque no sea en paz.

Monday, November 12, 2012

ÁMAME

Por qué a veces me viene esta angustia de no verte, de saber que tus pensamientos no me tocan, de sentir que no te alcanzo, que no puedo tocarte con mis manos ni abrazarte con mis besos, ni dormir contigo una tarde de sosiego, ni amarte con la lujuria de mi deseo, contenido en cada suspiro en que extingo parte de mi camino vital.
Dónde estás por las noches cuando despierto llamándote, gritando como bestia herida, desgarrada en desconsuelos.
Cómo puedo volver tus ojos hacia mí, tus manos sobre mí, tu cuerpo en mí, tu mente sincronizada con la mía. Cómo puedo unir tu alma a la mía en un beso cálido, húmedo, suave y eterno.
Sólo una palabra pido... no tengas miedo y ámame, suplico.